
Casi te olvido,
será que ya me estás cansando?
Será que soy tan caprichosa
que me estás siendo indiferente?
En mis adentros,
sentía que algo me faltaba,
un no se que,
me mantenía entre el letargo y la costumbre,
no sabía que, no atinaba.
Abría la puerta de mi alcoba
y de repente te recordé.
Esta noche, casi de pena me moriría
si de repente no te recuerdo.
Es que, maniática de la vendimia,
cosecho uvas en el lecho, uvas en la alfombra,
las uvas sobre mi piel, me hicieron evocarte
y aquí me tienes, sembrando vid
y libando una copa de la cosecha,
para aturdirme y caer rendida
entre los brazos de Morfeo.
(Heyy, el olvido fue al blog, a nadie mas)