Tómate un respiro poniendo el corazón al frío durante la tormenta, guárdame el brillo de tus pupilas, girando el rostro hacia la luz para que no naufrague en la oscuridad el tiempo de nuestro encuentro.
Mientras… háblame con tus silencios, dibújame en tu cielo, sacrifícame en tu recuerdo equivocándote en tu cama y tu almohada.
Ponle nombre a tus instintos, quita dudas a tu voz cuando me pienses despacio y te escondas en reflejos de otra boca y caricias de otra piel.
Mientras… mi angustia se confundirá con tu llanto para que esta añoranza de ti y de mí no muera con la prisa.
Mientras…
Recógeme en la tempestad.
Hazme deseada en tu sueño.
Cúbreme de silencio en la tierra.
Naufrágame en tu agua valiente de mar.
Y si en la angustia de un solo instante… escuchas el grito desgarrado de un ángel entregado y vulnerable que golpea sus alas contra el muro de la angustia , anegando con su sangre las sombras, sabrás que ya espíritu mortal irremediable, recuesta el pudor de su desnudez en el cuenco de la huella de tu amor, recuerdo y deseo que se tejió irremediable acariciando palabras, meciendo ternuras,
en la seguridad de que todo sucede por algo.
(P.D. Oyendo una canción de S. Dalma)
Un beso para todas y mi admiración por la amistad y el cariño que aquí se respira.