
Quiero una casa inmensa,
donde sin fragmentarse,
se aloje mi conciencia.
que su techo sean nubes,
y su piso, un pedazo de cielo.
Una casa que ría,
con aires de princesa
y alas de mariposas,
una morada luminosa,
que su límite sea un arco iris,
que en clara transparencia
en el día se refleje el sol
y por las noches,
rayos de luna duerman sobre mi almohada.
Quiero mil sonajeros
que con su tintineo,
alejen de mi alma la nostalgia.
Flores!
Un jardín grandioso
que en colores y aromas,
desintegre los días desabridos,
trueque en estrellas las sombras de la noche
y haga reír mi alma,
aunque me sienta triste.