Citas y frases célebres de Pitágoras
El silencio es la primera piedra del templo de la filosofía.
Una bella ancianidad es, ordinariamente, la recompensa de una bella vida.
Nada perece en el universo; cuanto acontece en él no pasa de meras transformaciones.
El alma es un acorde; la disonancia, su enfermedad.
La preocupación germina en la cuna de la ignorante pereza.
El filósofo siempre va a pie. Prefiere el bastón de la experiencia al carro rápido de la fortuna.
Prefiere el bastón de la experiencia al carro rápido de la fortuna.
Escoge a una mujer de la cual puedas decir: hubiera podido escogerla más bella, pero no mejor.
Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres.
No veas en tu enemigo más que un amigo extraviado.
Entre dos hombres iguales en fuerza, el más fuerte es el que tiene la razón.
Más le vale a un hombre tener la boca cerrada, y que los demás le crean tonto, que abrirla y que los demás se convenzan de que lo es.
No te vuelvas enemigo del hombre del cual dejas de ser amigo.
De dos hombres iguales en fuerza, el que tiene razón es el más fuerte.
La amistad es una igualdad armoniosa.
La amistad es el vínculo de dos almas virtuosas.
Una tonelada de ciencia no vale más que una gota de sabiduría.
Escribe en la arena las faltas de tu amigo.
Antes que al médico llama a tu amigo.
Economizad las lágrimas de vuestros hijos a fin de que puedan regar con ellas vuestra tumba.
Hay un principio bueno, que ha creado el orden, la luz y el hombre, y un principio malo, que ha creado el caos, las tinieblas y la mujer.
No hagas leyes para el pueblo; haz un pueblo de ley.
El orden es el más hermoso ornamento de una casa.
Elige la mejor manera de vivir, la costumbre te la hará agradable.
No desprecies a nadie; un átomo hace sombra.
No hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma.
La felicidad consiste en saber unir el final con el principio.
El principio es la mitad del todo.
La perfecta igualdad no existe, sino entre los muertos.
Perdona a tu hijo si confiesa su falta, también si la oculta; pero no si la niega.
Evitad todo aquello que pueda atraer a la envidia.
