Principalmente alimentarlo: agua (cariño), tierra (pasión), abono (ternura).
Cuidarlo de las inclemencias del tiempo: aires fuertes (celos) y tormentas (desconfianza).
Podarlo de vez en cuando (aclarar confusiones y malos entendidos).
Dedicarle tiempo (conversar, reír, acompañar...).
Y como resultado tendremos las flores y frutos (amor verdadero, sincero, pasional, recíproco).

