
Devuélveme la pasión de la noche,
Ayúdame a encontrarte entre la sombra,
dime donde te encuentras,
en que nube te escondes.
Acaso te has marchado con la luna?
O ha sido la lluvia con su hechizo
que te envolvió en su magia?
Has volado entre nubes y eres tú esa sombra
que diviso abrazo a la luna?
Se ha rasgado la sutil envoltura
que como tenues algodones, cubre el éter
y allí, desnudo y abrazado a la luna,
estabas tú.
Ella mimosa se daba toda,
y yo aterrada,
escuchando sus gemidos de placer,
me consumía entre celos.
La luna y tú, entre el cielo y las nubes,
dejaron escapar como gotas de lluvia
la ambrosía de un orgasmo robado
en el ocaso.