
Quince, veinte, cien años,
es lo mismo,
el amor es igual,
no conoce de edad, de tiempos,
no sabe si es otoño o primavera,
lo mismo da el sol que la lluvia,
cuando es amor, siempre se hace presente.
Quisiera hacerlo todo contigo,
caminar entre rosas,
o quitar las espinas,
amor dulce y amargo,
ácido y meloso,
me infundes vida y angustia,
cada mañana leo en tus ojos
como será mi día,
eres mi anunciador de tormentas
o de días apacibles,
de lluvia o sol, risas o rictus.
Domingo o lunes,
con cabreo y sin el,
hace terneza de la reciedumbre,
marca los momentos difíciles,
aquellos en que ciegos,
no atinamos a nada.
Maravilloso amor!
cuando de verdad lo eres,
no hay nada como tenerte siempre.